Hombre. Lo que va del año ha sido magnífico para mí.
Razones varias que no enumeraré justo ahora. Sí, ya sé que si un espacio existe para extenderse, es éste.
Es sólo que quiero ponerlas en orden chingón para después.
Un par de anotaciones:
Algo que retomé después de ocho-nueve años de ausencia: asistir a misa dominical. Digan lo que quieran, pero la terapia nomás no me ayudó (ver post anterior).
Y algo que siempre quise hacer pero nunca me había animado a: tomar clases de baile. Esto último medio chingó a su madre pues en la academia cambiaron los horarios de todas las clases dándole en la madre a mi progreso en salsa cubana. Ya aprenderé de la forma tradicional: sacando a una chica menos tímida que yo a la pista.
Pero esto continúa, ¿eh?