jueves, 19 de febrero de 2009

Un poco más de la gente común

Las predisposiciones, cuando tienden a repetirse, se convierten idiosincrasias. Nada que ver con la costumbre, que es lo que nos ata y evita que nos diferenciemos unos de otros.



Lo más cómodo de las idiosincrasias -pues son varias- es que nadie las nota. No hubo ayer una persona parada en ésta esquina esperando a que una mujer vestida de verde pasara hoy con un vestido azul acomodándose el cabello tal como lo hizo antes y, como seguramente, hará después y cada vez que se le haga tarde. Todo por desvelarse la noche anterior terminando el trabajo que debió hacer en horario laboral pero no logró por platicar con la vecina de cubículo a quien siempre le invita el mismo café descafeinado en punto de las tres. Cuando todos en la oficina salen a comer.



Verán, cada día esta lleno de situaciones idénticas al anterior. Con dedicación se puede llegar un poco más allá. Siempre un poco más. Lo suficiente para notar quién bota entre el mar de similitudes. Lo único que se necesita para mover a toda una parvada en dirección contraria es una diferencia.



Se llama Katia y trabaja en la contabilidad de un despacho en una avenida muy transitada. De entre todas las personas es ella quien sobresale. Por lo menos para mí, pues es a quien voy a matar. Hace dos días que viene llegando temprano al trabajo provocando un, hasta ahora, caos limitado. Cuando la vecina de cubículo de Katia (su nombre no importa pues no ha botado aún) enfermó, ella no tuvo a quien invitarle el café descafeinado; por consiguiente no tuvo con quien alargar la plática de su comida, regresó temprano de comer y ahora termina el trabajo asignado en horario laboral. Duerme temprano y sale a tiempo para que la persona parada en la esquina no la cuente como referencia y pierda el sentido de su tiempo que, a la vez, se convierte en el tiempo de los demás, atravesó la calle sin cuidado y provocó un accidente vehicular que involucró a mi esposa dejándola en coma. Las coincidencias me han traido hasta Katia. La línea a seguir esta definida: su vecina de cubículo y quienquiera que la haya contagiado para que faltara a trabajar siguen en la lista.

4 comentarios:

NTQVCA dijo...

El curioso caso de Benjamin Botton, ja!

annie dijo...

y ya leíste el cuento? El cuento es mil veces mejor...
Por cierto, el circulito que tienes de header está locochón, por un segundo creí que me comería...

saludos^^

Un Rosado Pimiento Rockero dijo...

Que bueno que no veo películas....así pude disfrutar este post. me gustó :D

Oiga, un gusto en conocerlo.

[fa] dijo...

La diferencia es que...

no veo las películas que comunmente se espera que todos hayan visto, por eso también disfruté el post.

Clever girl

¡Jurassic Park es mi Star Wars! Esta es la frase que he utilizado no en pocas ocasiones cuando intento defender un punto desde el fanatismo....